domingo, 24 de junio de 2012

Soy parte de tí.


Antes de que te fueras
olvidé cogerte de la mano,
llevármela al pecho
y hacerte sentir mi ritmo.

Antes de que te fueras
controlaba mis impulsos
de robarte un beso,
de apretarte un muslo,
de morderte un labio.

Antes de que te fueras
olvidé leer en el post it rosado
que ya no te volvería a ver,
que ya no estaría más contigo,
que debía obligarme a meterte en el cajón.

“Abro el cajón.
Meto el recuerdo de los dos.
Te dejo por fuera
y te coloco al lado mío.
Cojo tu mano con la mía.
Seguimos caminando los dos.”

Ahora que te fuiste
sólo estoy yo y la mitad de su sombra.
Queda un puñado de recuerdos
que ya no sirven para nada.

Ahora que te fuiste
espero que hayas cerrado,
a tu paso,
la puerta de la entrada.
Hayas apagado la cafetera,
hayas tendido la cama,
o al menos me hayas dejado un desayuno.

Ahora que te fuiste
anhelo que hayas amado como yo,
y que sientas que,
aunque te fuiste,
soy parte de ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario